Pollo asado con cebollas rojas
Cómo me gusta comer en casa un buen asado, el único inconveniente es que cuando empieza el olor a invadir cada habitación mis hijos me vuelven loca preguntando cuando estará la comida. En una hora, en media hora, en quince minutos, ya salió del horno, esperen que tiene que reposar… Siempre es igual. Me encanta que aparezcan por la cocina echando un ojo al horno y mirando con cara de circunstancia el reloj. Al final la cara de felicidad compensa toda la espera.