Puestos a pecar mejor hacerlo de dos en dos, que a mí de lo único que no me gusta pecar es de quedarme corta… Después de mi primera hartada de crema de limón vino la segunda acompañada de unas madeleines. Uhmmmmmmm!!!! No puedo describirlo de otro modo.
Encontré unos moldes de conchas en una de las tiendas que hay cerca de casa. No tenían la forma de la madeleine tradicional pero me iban a servir. Quedaron preciosas, elegantes y delicadas. Tenía unos tulipanes en casa, regalo del día de las madres y tomé prestado uno de ellos para hacer las fotos. Hizo de cómplice y acompañó, mudo y en silencio, mi momento pecador. Lo mejor de todo es que la receta es de las que te aprendes sin problemas y que cuando te sientas atraído por el lado oscuro lo tienes muy fácil.
MADELEINES (24 unidades) Ingredientes: 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente 85 gr de azúcar 125 gr de harina simple 1 limón piel rallada y zumo 1/2 cucharadita de extracto de vainilla 3 huevos 1/2 cucharadita de levadura tipo royal Un pizca de sal Preparación: 1. Derretir la mantequilla, añadir la ralladura de limón, el extracto de vainilla y batir. Reservar y enfriar. 2. Batir los huevos con el azúcar en la batidora eléctrica hasta obtener que triplique su volumen y tenga un aspecto blanquecino. 3. Tamizar la harina, la levadura y la sal. Añadirla de tres veces a la mezcla de huevos y azúcar usando una cuchara de metal suavemente, evitando eliminar el aire de la masa. 4. Verter la mantequilla en forma de llovizna alrededor de la mezcla anterior e ir mezclando desde fuera hacia dentro. 5. Cubrir con papel film y dejar en la nevera al menos 1 hora. 6. Precalentar el horno a 200º y untar con mantequilla el molde de las madeleines. Lo ideal es con una brocha o spray desmoldante. 7. Rellenar con una cucharada generosa de masa cada uno de los huecos. 8. Hornear durante 8 minutos o hasta que estén doradas y firmes al tacto. Enfriar sobre una rejilla y espolvorear con azúcar glas cuando estén frías. Para servir: Colocar en un plato junto con la crema de limón para mojar.
Este será nuestro pecado compartido. Intentaré ser más comedida la próxima vez.
Un beso delicioso.