Lo mejor de todo es que me enamoré a primera vista. Esa tarta parecía tan perfecta, tan deliciosa… Estaba en la revista de un supermercado finlandés… raro, raro, raro. Quizás aquí deba declarar en público mi absoluto amor por Finlandia. Los que me conocen saben que es un secreto a voces. Sus paisajes, sus lagos, su preciosas cabañas de madera, su gente exquisitamente educada y por supuesto su comida. Siempre que podemos nos escondemos del mundo en sus bosques. Allí estaba yo, en la cola del supermercado con uno de esos folletos de frutas y verduras que suelen estar en las cajas. Esta delicia era la protagonista de la portada.
Tenía que aprender a hacerla. Ese era mi único pensamiento. Persiguiendo la tarta de queso perfecta, así debería llamarse esta entrada. Siempre había querido encontrar esa tarta suave y refrescante, que pese a lo dulce no resultara empalagosa. Hay cientos de variantes de la Cheesecake pero yo buscaba algo más. Quería que fuese tan especial que la pudiese nombrar como «Mi favorita». Creo que puedo otorgar el premio a esta deliciosa receta. No fueron pocos los inconvenientes, pero cuando te enamoras, te enamoras y se acabó.
Lo primero fue traducir la receta del finés. ¿Quién dijo que fuese imposible? Allí estábamos mi folleto, mi traductor de google , mi familia mirándome alucinada y yo. En poco tiempo la receta se aclaró ante mis ojos y de vuelta al súper a comprar los ingredientes, algunos con nombre realmente impronunciable para los que no conocemos el idioma, pero siempre hay alguien dispuesto a echar una mano. La tarta quedó perfecta. Me gustaba tanto mirarla que no me atrevía a cortarla por temor a que el sabor no estuviese a la altura. ¡Bocado de dioses! Sólo un poco de nata montada para acompañarla. ¡Feliz como una perdiz!
MAIJAN MARJAPIIRAKKA (TARTA DE QUESO Y FRUTOS ROJOS en el idioma de Cervantes) Ingredientes: Para la masa 150 gr de Mantequilla a temperatura ambiente 250 gr de Azúcar en grano 2 Huevos M 180 gr de Harina de Trigo 150 gr de Harina de Avena (puedes usar de espelta u otra integral) 1 Tps de Levadura tipo Royal Para el relleno (Täyte) 100 gr de Crema de Queso (tipo Philadelphia) 100 gr de Crema agria 1 Huevo M 50 gr de Azúcar 2 Tsp de extracto de vainilla Frutos del bosque a placer Preparación: Para la masa: 1. Precalentar el horno a 200º. Engrasar con mantequilla un molde de unos 24 cm 2. Mezclar en la batidora la mantequilla y el azúcar hasta obtener una mezcla suave y blanquecina. 3. Añadir los huevos uno cada vez y después añadir la harina de trigo tamizada poco a poco. 4. Mezclar la harina de avena y la levadura para añadirla a lo anterior hasta obtener una masa homogénea. 5. Verter en el molde. Situarlo en el nivel más bajo del horno y hornear durante 10 minutos. Para el relleno: 1. Mezclar la crema de queso y la crema agria con la batidora de varillas. 2. Añadir el huevo, el azúcar y el azúcar avainillado (probamos para ver si está a nuestro gusto, los frutos del bosque suelen ser un poco ácidos y esto contrarresta) 3. Sacar del horno el bizcocho que estará a medio hacer y extendemos el relleno por encima. 4. Distribuimos los frutos del bosque por encima del relleno procurando que cubra toda la tarta. 5. Introducimos en el horno otros 15 minutos. 6. Sacar y dejar enfriar en el molde. Yo prefiero servirla en el molde por lo que la dejo en él y, después de enfriarla, la meto en la nevera durante al menos 2 horas. 7. Podéis acompañarla con una buena ración de Chantilly y unas hojas de menta.
Supongo que me entederéis cuando hablo de amor y de tartas. Siempre será mi preferida. Habrá otras pero no serán como ésta. Esto sí es amor. No lo podéis oír pero acabo de suspirar al verla de nuevo.
Un beso delicioso.