¿A quién le apetece un delicioso pollo crujiente? En casa todas las manos levantadas y es que, el fin de semana, una comida informal es lo que más me apetece comer y cocinar. El tiempo acompaña: solecito, playa y luego el pollo esperando a que lo fría en cuanto lleguemos a casa.
No tiene mucho misterio, es un empanado normal, de grano grueso. Antes utilizaba panko. Es un pan rallado japonés que resulta especialmente crujiente pero había que buscarlo en tiendas especializadas. Ahora he descubierto que marcas más conocidas como Gallo o Santa Rita están comercializando pan rallado de grano grueso. ¡Biennnnnn! Si no lo habéis probado, vais a alucinar con la textura. Se puede acompañar con cualquier salsa que tengáis a mano: barbacoa, chutney, mayonesa…
Una buena idea para complacer a todos los paladares es colocar muchos recipientes y todas las salsas de las que dispongáis. No habrá quien se resista. A mí gustan especialmente las salsas ligeramente ácidas y avinagradas, aunque no le hago ascos a una mermelada de tomate, así que la mesa está servida.
POLLO CRUJIENTE CON SALSA DE MOSTAZA Y PEPINILLOS Ingredientes (4 personas) 2 pechugas de pollo cortadas en tiras 2 huevos L 3 tazas de pan rallado de grano grueso Sal al gusto Pimienta recién molida 1/3 de taza de mostaza americana 3 pepinillos troceados 1 cebolleta troceada 1 cucharada de Azúcar Moreno Preparación 1. Preparar las salsas para que en cuanto el pollo esté listo podamos hincarle el diente. Para la salsa de Mostaza: Mezclar todos los ingredientes en un recipiente y rectificar de azúcar si lo consideráis necesario. Para los más atrevidos se puede añadir un par de cucharaditas de vinagre de vino blanco. Para los que les guste la mostaza, pero sin pasarse, pueden usar mostaza dulce. En este caso evitar el azúcar. Preparamos el pollo: 1. Salpimentar las tiras de pollo. 2. Batir los huevos y reservar. Verter el pan rallado en un recipiente para realizar el empanado. 3. Pasar el pollo por el huevo y el pan rallado, en este orden. 4. Calentar aceite en una sartén y antes de comenzar a freír el pollo reducir el fuego a fuego medio para evitar que se queme el pan. Freír el pollo en pequeñas cantidades para controlar el punto de la fritura. Ir dando la vuelta a las tiras de pollo a medida que se vayan dorando. 5. Escurrir sobre papel absorbente. 6. Servir inmediatamente y la textura se mantendrá perfecta.
No hay nada como disfrutar de una comida en la terraza después de un baño en la playa.
Un beso delicioso.